POLLO ASADO
INGREDIENTES, POLLO ASADO AL HORNO:
- Un Pollo Entero.
- Patatas.
- Ajo.
- Perejil.
- 1 Cebolla.
- 2 Limones.
- Aceite de Oliva Virgen.
- Sal gorda.
- Sal fina.
- Tabasco.
- Guindilla.
- Pastilla de Caldo concentrado de Pollo.
- Agua.
Si buscas una receta que combine sabor, simplicidad y nutrición, ¡no busques más! El pollo al horno es la opción perfecta para una comida completa y reconfortante. Con ingredientes frescos y naturales como el pollo entero, patatas, ajo, cebolla y perejil, este plato se convierte en una explosión de sabores mediterráneos que deleitará a toda la familia.
El toque cítrico del limón, combinado con el toque picante del tabasco y la guindilla, realza el sabor del pollo, mientras que el aceite de oliva virgen le aporta una textura jugosa y una capa de antioxidantes saludables. Las patatas asadas se impregnan del jugo del pollo y el caldo concentrado, creando una guarnición perfecta que complementa cada bocado.
Beneficios Nutricionales:
Este plato no solo es delicioso, sino también saludable. El pollo es una excelente fuente de proteínas magras, esenciales para el desarrollo y la reparación muscular. Además, aporta vitaminas del complejo B y minerales como el fósforo y el selenio. Las patatas, por su parte, son ricas en carbohidratos complejos y fibra, ideales para mantener la energía durante todo el día. El ajo y la cebolla no solo añaden sabor, sino que también tienen propiedades antiinflamatorias y ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
Con esta receta, puedes disfrutar de una comida completa, equilibrada y llena de sabor sin necesidad de complicarte en la cocina. ¡Prepárate para disfrutar de un pollo al horno jugoso y perfectamente sazonado, que seguramente se convertirá en uno de tus platillos favoritos!
PASOS A SEGUIR PARA SU ELABORACIÓN
Comenzamos preparando un adobo para el pollo:
- Pelamos los dientes de ajo, los cortamos en tres trozos y los echamos al mortero.
- Picamos el perejil en trozos y lo añadimos también al mortero.
- Añadimos al mortero un buen puñado de sal gruesa.
- Machacamos todos los ingredientes en el mortero hasta obtener una pasta homogénea.
- Una vez machacados el ajo y el perejil, añadimos unas gotas de tabasco.
- Incorporamos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
- Exprimimos medio limón y lo añadimos al mortero.
- Mezclamos bien todos los ingredientes y reservamos la mezcla.
En otra de mis publicaciones en este blog, hablo sobre “la importancia de un buen adobo para las carnes”; si te interesa, puedes visitarla.
Ahora vamos con el pollo:
- Primero, limpiamos bien el pollo por fuera y por dentro, asegurándonos de que no quede ninguna pluma.
- Lo abrimos de arriba a abajo por el vientre y, con las manos sobre las pechugas, presionamos hasta romper las costillas para que quede totalmente extendido.
- A mí me gusta hacerles a las pechugas dos o tres cortes longitudinales para que el adobo penetre bien y no queden secas.
- Sazonamos el pollo con sal fina por dentro y por fuera.
- Colocamos el pollo con la piel hacia abajo en la bandeja.
- Vertemos el adobo en el interior del pollo y lo extendemos bien con las manos. No aplicamos adobo sobre la piel.
- Le damos la vuelta al pollo, dejando la piel hacia arriba, y lo extendemos procurando que quede expuesta la mayor parte de la piel.
- Espolvoreamos la pastilla de caldo concentrado sobre la piel del pollo.
- Pelamos las patatas y las cortamos a la mitad en sentido longitudinal.
- Pelamos la cebolla y la cortamos en cuatro trozos.
- Cortamos el limón por la mitad.
- Echamos un poco de aceite de oliva en el fondo de la fuente y lo extendemos bien para evitar que los ingredientes se peguen.
- A continuación, colocamos las patatas, la cebolla, el limón y la guindilla en el fondo de la fuente, formando una especie de cama.
- Sobre esta cama de patatas, cebolla, limón y guindilla, colocamos el pollo con la piel hacia arriba, bien extendido.
- Rociamos el pollo con un buen chorro de aceite de oliva.
- Cubrimos el fondo de la bandeja con agua, asegurándonos de que cubra la cama de patatas.
- Precalentamos el horno a 250 grados.
- Introducimos el pollo en el horno y lo cocinamos a 170 grados durante aproximadamente una hora y media. Es importante vigilar el proceso, ya que el tiempo de cocción puede variar según el horno.
- Cuando veamos que el pollo está casi cocido, aumentamos la temperatura y lo gratinamos hasta que la piel esté bien dorada y crujiente.
- Una vez que la piel esté tostada, el pollo estará listo para servir.
Plato finalizado y listo para servir…..
¡Disfruta de un delicioso y jugoso pollo al horno con un sabor irresistible!
ESPERO QUE OS GUSTE!!!!
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