ADOBO PARA CARNES A LA PLANCHA O FRITAS,

FILETES DE TERNERA

Un buen adobo para las carnes es esencial por varias razones, y su importancia se manifiesta tanto en la cocina casera como en la gastronomía profesional. Aquí te detallo algunos puntos clave sobre por qué un buen adobo es fundamental:

1. Mejora el sabor: El adobo combina hierbas, especias, y líquidos como aceite, jugo de limón, o vinagre, que penetran en la carne y enriquecen su sabor. Esto permite transformar cortes básicos en platos con sabores intensos y complejos.
2. Aporta suavidad y textura: Los ingredientes ácidos del adobo, como el vinagre o los cítricos, pueden ayudar a ablandar las fibras de la carne, haciendo que resulte más tierna al cocinarla. Esto es especialmente útil para carnes más duras o de cocción prolongada.
3. Versatilidad en sabores: Los adobos se pueden adaptar fácilmente a diferentes cocinas y preferencias gustativas, variando los ingredientes para crear sabores específicos, desde picantes y ahumados hasta dulces y aromáticos.
4. Conservación y marinado: Además de añadir sabor, los adobos pueden ayudar a conservar la carne durante más tiempo. El ácido y el aceite crean una barrera que puede ralentizar la proliferación de bacterias.
5. Mejora la experiencia culinaria: Un buen adobo no solo mejora el sabor de la carne, sino que también puede transformar la experiencia de comerla, ya que la textura más suave y los sabores intensos hacen que el plato sea más disfrutable.
6. Personalización: Cada persona puede crear su propio adobo según sus gustos personales, experimentando con diferentes hierbas, especias, y líquidos para encontrar la mezcla perfecta que complemente sus recetas de carne.

En resumen, un buen adobo es más que simplemente un ingrediente adicional; es una herramienta esencial en la cocina que eleva la calidad de las carnes y amplifica la experiencia gastronómica global.

En este caso voy a preparar un adobo sencillo, pero espectacular, para unos filetes de Ternera fritos, la jugosidad y el sabor se multiplican enormemente.

Para ello:

1. Cubrimos el fondo de un recipiente con aceite de Oliva Virgen.
2. Echamos los filetes, tantos como queramos. Tened en cuenta que una vez adobados, se conservarán en la nevera por lo menos una semana y media.
3. Vamos salando los filetes a medida que los añadimos para que absorban toda la sal necesaria.
4. Picamos el ajo en láminas de uno o dos milímetros.
5. Picamos el perejil en trozos de entre medio y un centímetro.
6. Añadimos sobre los filetes el ajo y el perejil picados. También se pueden añadir entre filete y filete según los vamos colocando en el cuenco, pero esto da más trabajo.
7. Añadimos aceite de Oliva Virgen hasta casi cubrir los filetes.
8. Removemos todo.
9. Tapamos el recipiente con papel film y lo colocamos en la nevera.
10. Para freír los filetes simplemente los echamos en una sartén bien caliente y los freímos hasta el punto de que nos gusten. Los ajos y el perejil se harán al mismo tiempo, pero si no los queremos muy tostados, los podemos echar a la sartén cuando los filetes estén a medio hacer.

 Cada día o cada dos días podemos remover los filetes para que los de arriba pasen al fondo.

Cuando los preparéis, no es necesario añadir aceite a la plancha o sartén, ya que la propia carne soltará el aceite absorbido.

La carne también la podéis utilizar para preparar arroces o pastas.

Sinceramente, tenéis que probarlo y veréis lo buenos que están.

ESPERO QUE OS GUSTEN!!!!