LA TRADICIONAL SOPA DE AJO o SOPA CASTELLANA:

UN TESORO DE LA GASTRONOMÍA ESPAÑOLA

INGREDIENTES, SOPA DE AJO:

La sopa de ajo es un plato que evoca recuerdos de hogar, abuelos y noches frías en las que un tazón humeante se convierte en el mejor refugio. Esta sopa, también conocida como «sopa castellana», es un auténtico tesoro de la gastronomía española, famosa por su sencillez y sabor reconfortante. Hoy te llevamos a un viaje culinario para descubrir todo sobre esta deliciosa receta.

Orígenes de la Sopa de Ajo

La sopa de ajo tiene sus raíces en la cocina humilde y rural de Castilla y León. Se cree que nació como un plato para aprovechar los ingredientes básicos y económicos que siempre estaban a mano en las despensas españolas: ajo, pan duro, pimentón y agua. Esta combinación de ingredientes, junto con el ingenio y el amor de las abuelas españolas, dio lugar a una sopa robusta y nutritiva, perfecta para calentarse en los duros inviernos de la meseta castellana.

Un Plato, Muchas Variantes

Aunque la receta tradicional es sencilla, la sopa de ajo admite numerosas variantes según la región y el gusto personal. Algunas versiones incluyen jamón, chorizo, o incluso bacalao para un toque marítimo. También hay quien añade un chorrito de vino blanco o una pizca de comino para darle un giro único. En mi caso he añadido La Panceta o Bacon y el tomate.

Ingredientes Clave

La magia de la sopa de ajo reside en su simplicidad. Aquí te presentamos los ingredientes básicos que necesitarás para preparar esta receta tradicional:

• Ajo: El protagonista indiscutible de esta sopa. Un buen manojo de ajos frescos aportará todo el sabor y aroma característico.
• Pan Duro: Idealmente del día anterior. Se corta en rebanadas finas y se utiliza para dar cuerpo a la sopa.
• Pimentón: Preferiblemente pimentón dulce de La Vera, que añade un toque ahumado y color rojizo.
• Caldo o Agua: Aunque el agua es suficiente para una versión auténtica, un buen caldo de pollo o de carne puede enriquecer el sabor.
• Huevos: Opcional, pero muy común. Se pueden escalfar directamente en la sopa para añadir textura y proteínas.
• Aceite de Oliva y Sal: Para sazonar y potenciar los sabores.

Conclusión

La sopa de ajo es más que una simple receta; es un pedazo de historia y tradición en cada cucharada. Perfecta para los días fríos y para cualquier momento en el que necesites un abrazo culinario, esta sopa sigue siendo un testimonio del ingenio y el amor por la cocina sencilla pero deliciosa de España.

1. Pelamos y cortamos los dientes de ajo en láminas finas. No te preocupes por la cantidad; en la sopa de ajo, más es mejor.
2. En una pota grande calentamos un buen chorro de Aceite de Oliva. Añadimos las láminas de Ajo y las sofreímos hasta que estén bien doradas.
3. Añadimos el Bacon o Panceta y dejamos freír toda la mezcla, sin que se quemen los ajos.
4. A continuación, añadimos las rebanadas de Pan duro y lo dejamos sofreír todo junto hasta que el pan absorba el aceite y se dore ligeramente.
5. Picamos el tomate.
6. Añadimos el tomate a la pota.
7. Incorporamos el Pimentón a la mezcla, para ello, retiramos la cazuela del fuego y espolvorea el pimentón sobre el pan, el Bacon, el tomate y el ajo. Remueve rápidamente para que el pimentón no se queme y suelte su aroma.
8. Volvemos a poner la cazuela al fuego y añadimos el agua. Llevamos la mezcla a ebullición y luego bajamos el fuego, dejando que la sopa hierva a fuego lento durante unos 15-20 minutos. Removemos ocasionalmente para que el pan se deshaga y la sopa adquiera una textura espesa y homogénea.
9. Probamos de sal y si es necesario añadimos más.
10. Añadimos los huevos, los cascamos en un plato, para ver que están bien, y los vamos incorporando a la pota, en unos minutos estarán escalfados.
11. Servimos la sopa de ajo bien caliente, directamente de la cazuela. 

Plato terminado y listo para servir….

ESPERO QUE OS GUSTE!!!!