INGREDIENTES
- Tripas de Cerdo.
- Patatas.
- Laurel.
- Pimentón.
- Sal, en caso de necesitarlo.
- Aceite de Oliva Virgen.
Las Tripas de Cerdo, como nos podemos imaginar, no son ni más ni menos que los intestinos grueso y delgado del cerdo, su textura y cantidad de grasa en el interior varía según la zona del cuerpo en la que se encuentren.
En las casas donde se matan cerdos, junto a las tripas, se suele cocer también el estómago, llamado en Galicia Recho, la preparación es la misma, la única diferencia que se puede dar, no siempre, es que en algunas casas después de salado se ahúma.
Las tripas de cerdo son un plato muy especial, muy fáciles de preparar y su consumo se reduce a muy pocas zonas. A las personas, que desde muy jóvenes las comen, les gustan con locura y a las personas que las conocen siendo ya un poco mayores les da algo de reparo comerlas y por lo general no repiten. Al cocerlas desprenden un fuerte olor que para la mayoría de la gente es algo desagradable. En España, creo que, solo se comen en el Norte de Galicia. A parte de Galicia yo solo las he visto a la venta en Brasil. Básicamente, son usadas para hacer embutidos.
PASOS A SEGUIR PARA SU ELABORACIÓN
- Normalmente las tripas vienen saladas, con lo cual, el primer paso es ponerlas a desalar unas horas antes, retirándoles la mayor parte de sal en un primer lavado.
- Aunque las tripas, por lo general, se venden bien limpias es importante volver a lavarlas en casa, dándoles la vuelta como si se la diéramos a un calcetín o abriéndolas, dándoles un corte en sentido longitudinal.
Las tripas, más gordas, suelen tener mucha grasa por lo que es aconsejable retirarles toda la que sea posible raspándolas con un cuchillo, esto se puede hacer antes o durante la cocción, para ello es necesario abrirlas longitudinalmente.
- Ponemos las tripas a cocer con unas hojas de Laurel, tienen que cocer durante una hora y media o dos horas, si las cocemos en una hoya a presión el tiempo será de unos 40 o 45 minutos.
- Una media hora antes de que acaben de cocer las tripas añadimos las patatas peladas y enteras
- Y esto ya está, únicamente una última comprobación, antes de apagar el fuego, pinchamos las patatas para comprobar que estén bien cocidas.
Las tripas antiguamente se comían, tal cual, únicamente echándole unas gotas de aceite a las patatas y rectificándolas de sal en caso necesario.
Hoy en día las tripas se suelen aliñar igual que el Pulpo a la gallega, con Sal, Pimentón Dulce o Picante y un buen Aceite de Oliva Virgen.
Ah!!. En caso de que sobren se pueden congelar, y cuando se vayan a comer otro día, se fríen en una sartén con un poco de aceite y están espectaculares.
Como podéis ver, en una de las fotos sacada en un restaurante, las acompañan con medio limón, para mí no deja de ser un adorno, yo nunca se lo echaría para comer.
ESPERO QUE OS GUSTE!!!!
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