ARROZ CON CONEJO
TRADICIÓN, SABOR Y COCINA A FUEGO LENTO
INGREDIENTES:
- Conejo.
- Sal.
- Pimienta Negra.
- Aceite de Oliva Virgen.
- Ajo.
- Cebolla.
- Tomate.
- Pimiento.
- Laurel.
- Agua.
- Azafrán.
- Arroz.
- Huevos
Si hay un plato que sabe a campo, a casa de la abuela o a domingo en familia, ese es el arroz con conejo. Una receta de las de toda la vida, con ingredientes sencillos y mucho sabor, que demuestra que no hace falta complicarse para comer bien.
Aquí el protagonista es el conejo, tierno y sabroso, acompañado por un sofrito casero con ajo, cebolla, pimiento y tomate que huele a gloria desde que empieza a chisporrotear en la sartén. Le añadimos arroz, un toque de azafrán, laurel, y para rematar, unos huevos cocidos que le dan un punto buenísimo.
¿Te animas a prepararlo? Te aseguro que este arroz conquista desde la primera cucharada. ¡Vamos con la receta!
PASOS A SEGUIR PARA SU ELABORACIÓN
- Sazonamos el conejo con sal y pimienta negra al gusto, al menos una hora antes de cocinar, para que coja bien el sabor.
- En una sartén grande, añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y lo calentamos a fuego medio-alto.
- Incorporamos el conejo y lo freímos hasta que empiece a dorarse por fuera.
- Mientras tanto, cortamos los ajos en láminas finas.
- Cuando el conejo esté dorado, añadimos los ajos y dejamos que se frían junto a la carne.
- Cortamos los pimientos en tiras mientras se doran los ajos.
- Cuando el conejo esté bien frito y los ajos dorados, los retiramos de la sartén y los reservamos.
- En el mismo aceite, añadimos las tiras de pimiento y las freímos hasta que estén tiernas.
- Picamos la cebolla en trozos muy pequeños (cuanto más fino, mejor).
- Una vez fritos los pimientos, los sacamos de la sartén y los reservamos también.
- Añadimos ahora la cebolla picada a la sartén y la dejamos sofreír a fuego medio.
- Incorporamos unas hojas de laurel para dar aroma.
- Cortamos los tomates en trozos medianos.
- Cuando la cebolla esté pochada, añadimos el tomate y lo dejamos sofreír con todo.
- Mantenemos a fuego medio hasta que el tomate se deshaga y forme una salsita.
- Incorporamos de nuevo el conejo y los ajos a la sartén.
- Removemos bien para integrar todos los sabores.
- Añadimos agua hasta cubrir toda la mezcla y dejamos cocinar unos 30 minutos a fuego medio, para que el conejo se ablande y el líquido se reduzca poco a poco.
- Pasado ese tiempo, añadimos más agua: unas tres veces la cantidad de arroz si queremos un arroz meloso, o solo el doble si preferimos que quede más seco.
- Cuando el agua empiece a hervir, incorporamos el azafrán.
- Dejamos cocer a fuego lento durante unos 20 minutos.
- Añadimos el arroz y repartimos bien por toda la sartén.
- Cuando vuelva a hervir, removemos un poco y bajamos un poco el fuego.
- Cascamos los huevos directamente sobre el arroz, intentando repartirlos por la superficie.
- Echamos una pizca de sal sobre cada huevo.
- Añadimos por encima las tiras de pimiento que habíamos reservado.
- Tras unos 12 minutos de cocción (o cuando el arroz esté casi en su punto), apagamos el fuego.
- Tapamos y dejamos reposar unos 10 minutos.
- ¡Y listo! Un arroz con conejo lleno de sabor, ideal para disfrutar en buena compañía.
¡Plato terminado y listo para disfrutar!
ESPERO QUE OS GUSTE TANTO COMO A MÍ. ¡¡¡ BUEN PROVECHO!!!!
Este arroz con conejo no solo es un plato sabroso y reconfortante, también es una opción muy equilibrada desde el punto de vista nutricional. El conejo es una carne magra, baja en grasa y rica en proteínas de alta calidad, ideal para mantener una dieta saludable sin renunciar al sabor. Las verduras como el pimiento, el tomate, el ajo y la cebolla aportan antioxidantes, vitaminas esenciales (como la C y la A), y compuestos beneficiosos para el sistema inmunológico.
El arroz, por su parte, es una fuente excelente de energía, y si elegimos una variedad integral, añadimos fibra a la ecuación. El aceite de oliva virgen extra, base de nuestra cocina mediterránea, suma grasas saludables que cuidan el corazón, mientras que el azafrán, además de su color y aroma únicos, tiene propiedades antiinflamatorias y digestivas.
En definitiva, un plato completo, sabroso y nutritivo, perfecto para compartir en familia o con amigos, disfrutando no solo de su sabor, sino también de sus beneficios para el cuerpo. ¡Porque comer bien también es cuidarse!
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